sábado, 13 de julio de 2013

--- La pausa de un instante -------------------------------------------------------------- Gracias por tu tiempo.

La pausa de un instante


Una mujer con los dedos índice y medio sumergidos hasta los nudillos en vino de uvas tintas, los ondea fuerte y lento como buscando en aquella densidad un tacto que la acaricie de vuelta. Todo su brazo desnudo posado sobre una barra de caoba con tal soltura que su hombro desnudo es por sí mismo una invitación excitante. Su cuello quebrantable y exquisito, por sí mismo es suficiente alhaja.

   Al otro extremo de la copa cristalina de vino maduro, una pupila demoníaca y humeante emerge de entre las sombras y va directo a los labios vibrantes de aquel hermoso rostro, sus facciones desaparecieron en la exhalación de un grueso humo azul. De pronto ella dibujó una sonrisa y sus ojos se guardaron en la privacidad aparente de sus párpados. Iba creciendo el acto y disminuyendo el cigarrillo. Se deshizo de la colilla de tabaco de una manera muy peculiar, simplemente volteo la mirada y las sobras desaparecieron de su mundo. Era como si sus ojos, grises por la neblina del humo espeso que aún flotaba, dictaran lo que existe y lo que no, lo que se pierde en la profundidad de su mirada y lo que emerge.

   Sacó los dedos de la copa, dejo escurrirse dos gotas y con la humedad aún presente se los llevo a la boca, dejó que su lengua recordara. Ella escuchaba atenta, pero no su propio canto, si no una respuesta en la misma frecuencia.

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