miércoles, 8 de julio de 2015

--- Prefiero decir esto que es falso ----------------------------------------------------- Gracias por tu tiempo.

Prefiero decir esto que es falso 


He sentido un pálpito en las encías, un candor en las mejillas, un ardor en las pupilas, y mi cuerpo resentido crea fantasmas, alegorías de caricias y visiones que no interactúan conmigo, más bien me usan para seguir vivas y las escucho pensar. Si yo domino sobre las ideas, las recuesto sobre un horizonte inexacto, y por su naturaleza incorpórea, sólo pretendo escuchar y lograr una intimidad que me cruce de su lado para recostarme con similar soltura cuando deje atrás esto que he sentido. Si me dominan, les busco su rostro y las hago esperar en la órbita más lejana, pues soy tonto y temeroso. Pero si no hay conquistas, es imposible saber lo que pasa. Al final, vencido entre los fantasmas que advierto o desconozco, no hay más que la vitalidad que me arrasa, que me despierta y evita que por ese momento sea yo una idea que flota entre hebras de singular brillo e incomprensible longitud. 
--- Luna menguante ---------------------------------------------------------------------- Gracias por tu tiempo.

Luna menguante



Te recuerdo en noches de Luna menguante, cuando veo en el cielo la oportunidad de elegirte en un deseo conjurado desde mi silencio, desde lo único que no te he compartido y es que, cómo escribirte este cese al fuego, esta abstinencia de pensarte o de llamarte cuando en el cielo hay un ojo de aguas plateadas, somnoliento y que te mira como me gustaría mirarte.
--- Realidad ------------------------------------------------------------------------------- Gracias por tu tiempo.

Realidad



Veo los cerros y no me dicen nada, no sé si alguna vez lo hicieron pero ahora sí estoy seguro que no dicen nada, y empiezo por aborrecer esta lúcida certeza de la realidad al contacto. De pronto comienzo a tener más pensamientos a solas, y ni las piedras ni las nubes me aconsejan como antes, no encuentro calma que me deje sin palabras y las palabras ya no me dejan la calma que obtenía al escribirlas.
Extraño de aquellos antiguos ojos, la imagen juguetona que se esconde en las ventanas de los coches o en la distancia de los parques.


Definiendo todo sin comprender la realidad; poseo ahora una visión única y excluyente.