Realidad
Veo
los cerros y no me dicen nada, no sé si alguna vez lo hicieron pero ahora sí
estoy seguro que no dicen nada, y empiezo por aborrecer esta lúcida certeza de
la realidad al contacto. De pronto comienzo a tener más pensamientos a solas, y
ni las piedras ni las nubes me aconsejan como antes, no encuentro calma que me
deje sin palabras y las palabras ya no me dejan la calma que obtenía al
escribirlas.
Extraño
de aquellos antiguos ojos, la imagen juguetona que se esconde en las ventanas
de los coches o en la distancia de los parques.
Definiendo
todo sin comprender la realidad; poseo ahora una visión única y excluyente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Siéntete libre de hacer comentarios, observaciones y correcciones.